Vèiem com les biblioteques universitàries han fet un pas de gegant cap a l’alfabetització informacional de les comunitats a què pertanyen. Però... ¿i les altres alfabetitzacions (llegiu les entrades 350 i 351)? Qui en té cura? ¿Es pot suposar que els docents universitaris ja en saben i que sabran ensenyar adequadament els seus alumnes? ¿Com és que tractant-se d'aspectes formatius decisius i complexos (allò que garanteix el nou saber llegir i escriure dels universitaris), reconeguts per l'EEES, no hi ha un espai nodal a la universitat que proporcioni suport al seu desenvolupament en forma de productes, cursos o serveis adreçats a personal docent i investigador, personal d'administració i, sobretot, estudiants? Crec que aquest node, pel que fa als alfabetismes icònic, audiovisual, digital i, en part, informacional (convergint amb la tasca de les biblioteques) hauria de ser el servei lingüístic universitari, una entitat que pot donar un servei global, coherent, sistemàtic i expert als diversos agents de la comunitat universitària en aquestes qüestions. No en va es tracta d'aspectes que es relacionen directament amb el llenguatge i la comunicació, amb les noves maneres de fer servir la llengua (els llenguatges) i comunicar-se, sense el domini de les quals ja no es pot entendre la realitat circumdant ni participar-hi. Voler cobrir aquests aspectes de la multialfabetització contemporània demana eixamplar els horitzons dels serveis lingüístics, liquidar conceptes enquistats del passat i assumir el rol i la responsabilitat d'ajudar estudiants, professors i administració a ser alfabets. Que no és poc. ¿Sabran seguir, els serveis lingüístics, el pas endavant fet per les biblioteques, que ja són nodes centrals a les universitats? No vull oblidar, per tancar aquesta entrada, que la comesa d'afavorir la multialfabetització també té un altre vessant més intern: cal incorporar els objectius alfabetitzadors a les propostes formatives clàssiques dels serveis lingüístics com són, per exemple, els cursos de llengua tradicionals. Hi ha una tasca a fer, doncs, també, de portes endins, cap a l'alfabetització (sobretot digital o mediàtica) del professorat del servei. Una tasca que ha de repercutir de manera molt favorable, inevitablement, en l'alfabetització de l'usuari del centre, l'aprenent de llengua. No es tracta només, és clar, que el professorat conegui recursos tecnològics nous aplicats a l'ensenyament de llengües. Es tracta que conegui i faci conèixer les noves condicions que garanteixen als individus ser lletrats. Tot un programa.
Hola, Enric, y feliz año nuevo para tí y para todo el mundo. Para mí no deja de ser un buen augurio el haber descubierto tu blog precisamente hoy: tratas montones de temas que me interesan porque los "sufro" igual que tú, y en muchos de ellos te podré aportar mis propias experiencias y posiciones. En realidad, el tema que planteas aquí tiene una formulación muy sencilla: ¿quién tiene en nuestras universidades la responsabilidad (¡rindiendo cuentas, claro!) de garantizar, demostrar y certificar que nuestros titulados salen ahí fuera con los niveles de multialfabetización (multiliteracidad cassanyana) indispensables para funcionar como individuos, personas, ciudadanos, profesionales, etc. en la sociedad actual?
ResponEliminaNo conozco la filosofía organizativa de tu universidad a este respecto y no te sabría decir si un servicio lingüístico, o una biblioteca universitaria, o un servicio de informática, o un gabinete psicopedagógico serían las estructuras adecuadas o tendrían el 'marchamo' institucional suficiente para poder desarrollar políticas centralizadas de coordinación y/o
ejecución. En otros ámbitos universitarios se organizan estas cosas en torno a 'academic literacy units', 'writing centers', etc. Pero incluso allí donde estas soluciones llevan tiempo consolidadas, no dejan de suscitar debates de gran importancia. ¿Por qué?
Muy sencillo: las competencias que se engloban bajo el paraguas del multialfabetismo tienen una gran dependencia de los contextos disciplinares, de las titulaciones, etc.; de otra forma no tendrían casi sentido (o se convertirían en meras habilidades técnicas que el alumno podría conseguir por su cuenta y sin necesidad de planificación -en realidad, eso es lo que piensa mucho académico, sea de base o de rango). Pero, por otro lado, no pueden ser planteadas como objetivos/resultados de aprendizaje de cursos, niveles y asignaturas concretas, sino como resultados de aprendizaje (específico: 'learning outcomes') globales de titulación. ¿Están nuestras universidades -españolas, catalanas, andaluzas, francesas, británicas, estadounidenses, etc. - por esta labor y, si lo están, tienen un liderazgo institucional fuerte como para poder instaurar una política global clara al respecto? Permíteme que tenga mis dudas. Hay por ahí una red de 'universidades lectoras' (www.universidadeslectoras.org) que se plantean alguna actividad en este sentido, pero al tratarse de una red que pretende establecerse como una unidad de I + D, me alegraría enormemente que no se convierta pura y simplemente en un mecanismo solapado para que algunos académicos den salida a sus problemas de falta de alumnado, etc.
Finalmente, y en relación con la alfabetización informacional como responsabilidad de la biblioteca, llevamos mucho tiempo proclamando la necesidad de planteamientos sistémicos e institucionales y abogando por la inserción de gran parte de los contenidos y prácticas de esta competencia de muy diversas maneras en los planes de estudios de cada titulación y en su ejecución en la práctica. Yo creo que con lo de Bolonia, y con lo de la calidad y excelencia y los contratos programa correspondientes, una buena opción y estrategia puede ser la de hacer un buen marketing conjunto entre las autoridades académicas responsables de la puesta en marcha, aplicación y seguimiento de las nuevas titulaciones.
El problema, sin embargo, sigue siendo el mismo: ¿dónde están las mimbres para fabricar ese cesto ?
Perdón por el rollo y saludos.
Moltes gràcies pel comentari. M'agradaria seguir els teus punts de vista i traces de la teva activitat, si és possible. En quins espais et puc trobar?
ResponEliminaEnric
Hola, Enric; la verdad es que si puse este comentario como anónimo es por las prisas. No tuve tiempo de ver cómo lo podía enviar con mi nombre exacto, ya que no me gustan los anónimos, ni aquí ni en ningún sitio. Soy Cristóbal Pasadas Ureña, bibliotecario de la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada, y puedes ver por dónde voy en estos temas si accedes a mi espacio en Academia: http://granada.academia.edu/CristobalPasadasUreña. También contribuyo con algunas entradas al blog colectivo Alfinred (ahora Alfa Red).
ResponEliminaPor cierto, acabo de mandarte otro anónimo a tu último comentario sobre el cap. 4 de Lankshear/Knobel. Eso quiere decir que no he dado con la tecla correcta, ¿verdad?
Saludos.